domingo, 18 de noviembre de 2012

Cerveza y Salud


CERVEZA Y SALUD

Diversos estudios científicos de ámbito internacional han demostrado que la cerveza es una bebida natural y saludable. No contiene grasas y aporta vitaminas, minerales y otras substancias con propiedades funcionales, por lo que su consumo puede incluirse en cualquier dieta equilibrada.
La cerveza posee un alto contenido en vitaminas, sales minerales, proteínas, fibras, micronutrientes, incrementa el colesterol "bueno", mejora la coagulación de la sangre, tiene un alto valor nutricional y favorece la digestión. Se aconseja el consumo diario de cerveza incluso a las mujeres en periodo de lactancia, dado que sus proteínas estimulan el flujo de la leche materna.



La cerveza contiene de 4 a 5 grados de alcohol y carece de grasas. , por ejemplo, tiene menos calorías que un refresco, un vaso de vino o un zumo de fruta.
La cerveza aumenta el colesterol bueno (HDL) reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y se asocia con el retraso de la aparición de la menopausia.
Contiene folatos que están asociados con la reducción del riesgo a sufrir anemia megaloblástica y malformaciones en la médula espinal. El consumo de una cerveza al día cubre el 15% de las necesidades diarias de esta vitamina.
También contiene polifenoles, que son antioxidantes naturales y que participan en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción del envejecimiento del organismo.
Además, el consumo de cerveza aporta una importante cantidad de fibra soluble.
Otras cualidades
Es de fácil digestión y estimula el apetito.
Tiene un bajo contenido en sodio y, por tanto, es muy adecuada para cierto tipo de dietas, la relación de potasio a sodio es similar al del agua potable y 16 veces inferior al de la leche.
El consumo de un tercio aporta un 10% de fósforo y vitaminas solubles del grupo B, importantes para el equilibrio nervioso.
Su consumo moderado provoca una disminución de la retención de agua y actúa como diurético.
No hay ningún estudio que pueda demostrar que el consumo de cerveza esté relacionado con la obesidad, lo que ocurre es que su consumo, muchas veces va acompañado de productos de alto contenido en grasas y calorías. Son estos hábitos los que han hecho pensar que la obesidad es atribuible a la cerveza. La "barriga o tripa cervecera", no existe, sino que es consecuencia de esos otros alimentos ya que un litro de cerveza equivale a entre 400 y 500 Kcal. (Aproximadamente las mismas calorías que contiene, en las mismas cantidades, un zumo de naranja).
Por último y como curiosidad señalamos que en la antigüedad, los egipcios mantenían la frescura de su piel mediante la aplicación de espuma de cerveza y que en Prusia, en el siglo XVI, las princesas empleaban la cerveza para cuidar el cutis y desarrollar el busto. Hoy en día, los fabricantes de champús incluyen cerveza en sus productos por sus propiedades suavizantes. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario